Las salsas elegidas para enamorar a los comensales son las clásicas verde y roja, también tienen la opción de frijol para quienes no comen no picante o prefieren algo diferente; la recomendación es pedir los chilaquiles de mole con chapulines.
Ciudad de México, 17 de julio (SinEmbargo).- «Chilaquil y algo más» es un pequeño restaurante ubicado en Centenario 29-B, Del Carmen Coyoacán, que nació como dark kitchen hace casi un año y que ha cautivado paladares gracias a sus deliciosas salsas y a su platillo estrella: chilaquiles con chapulines y esquites.
Su especialidad son los chilaquiles, las salsas elegidas para enamorar a sus comensales son las clásicas verde y roja, también tienen la opción de frijol para quienes no comen no picante o prefieren algo diferente; nuestra recomendación es pedir los chilaquiles de mole, sin duda una delicia que se prepara con mole de los clásicos molinos de Coyoacán, eso sí, hay que llevar el estomago vacío porque los platos están bien servidos y son llenadores.
Un plus que «Chilaquil y algo más» tiene es que sus ingredientes vienen de productores mexicanos, un ejemplo es el de los chapulines, estos llegan a su cocina desde Tlaxiaco, Oaxaca.
Los chapulines son una delicia, sin embargo, es posible pedir unos chilaquiles con huevo, pollo, bistec o champiñones, dependiendo del antojo y gustos de cada persona.
Como su nombre lo indica, además de chilaquiles tienen chapatas muy ricas de jamón de pavo, atún o pollo, hamburguesas de arrachera y hasta ensaladas, así que hay una opción para cada gusto.
Algo que no se puede olvidar es el postre, ahí tienen crepas, tartas de frutas, pay de limón y un pastel de zanahoria imperdible, el pan es muy rico y no está seco, es un postre delicioso para ese huequito que siempre queda tras la comida.
Otra opción es el chocolate estilo belga, una bebida en la que una paleta de chocolate oaxaqueño se sumerge en la leche caliente y da origen a una deliciosa bebida cremosa y espumosa. Además cuentan con café americano, capuchino, latte y espresso.
Algo muy importante a destacar es que los postres los elaboran reposteras en sus casas, todo de manera muy artesanal, lo que sin duda influye en su delicioso sabor.
Al ser un lugar muy pequeño, no cuenta con espacio para recibir a muchas personas por lo que la recomendación es pedir en alguna de las aplicaciones de delivery (Didi Food, Uber Eats y Rappi) o hacer un pedido directamente con ellos y recoger en su dirección.